Henry Chinanski: para los antihéroes también hay
sueño americano
Don Try…Epitafio de Charles Bukowsi
El Sueño Americano es para todos, aún para aquellos que no lo deseen. Factotum es la prueba. Su protagonista Henry Chinanski, el antihéroe por excelencia, lo consigue. Es alguien que apenas puede consigo mismo sin embargo a lo largo de la historia en un contexto muy particular adquiere matices de caballero andante y por más que él mismo se autosabotee y se sumerja en el mundo del abuso del alcohol sale a flote recordándonos que en America sin acento todo es posible. La fortuna puede sonreír en cualquier momento si se mantiene la fe en uno mismo y se esta dispuesto a seguir.
Según Benjamín Franklin, uno de los padres fundadores de America, componen el sueño americano los tres pilares del sueño son: el éxito económico, pasar de la dependencia a la independencia y el individualismo (actuar y pensar de modo independiente, con respecto a los demás o frente a normas establecidas) que da prioridad a los derechos del individuo frente a los de estructuras sociales. Fundamentos que pueden encontrarse en Factotum.
Nacido como Heinrich Karl Bukowski emigró junto a sus padres desde Alemania en 1923 a Baltimore, USA. Convirtiéndose en uno hijo adoptivo más de este país. En el mundo literario es conocido como Charles Bukowski, poeta y prosista de ficción. Su obra se caracteriza por describir a los integrantes de una sociedad norteamericana media baja, con poca escolaridad y escasa cultura desde la visión pseudomarginal. Contra toda expectativa su obra fue aceptada por la crítica y ahora es parte del canon literario norteamericano y un referente para toda una generación.
Hank Chinaski, su alter ego y protagonista de Factotum, se mantiene entre empleos temporales y el desempleo. Sin mayor preparación académica y alcoholizado, en un Estados Unidos que acaba de dejar la guerra, se emplea diversos campos soñando con algún día ser un escritor y cumplir su particular “sueño americano”.
Chinanski sólo necesita dinero para alcohol y para las mujeres en ese orden. Pudiendo prescindir de lo segundo pero no de lo primero. Conforme el lector se adentra en Factotum se tienen atisbos de su vida familiar y afectiva. Específicamente de dos mujeres Jan y Laura. La vida no es fácil para ninguno pero no se queja. Viven el día como viene. Él esta convencido que sólo se puede vivir de verdad si uno está dispuesto a llegar hasta el final, arriesgándolo todo sin saber si se va a quedar solo y sin nada. Jan, su compañera sentimental, no piensa lo mismo y decide estabilizarse con un hombre que si esta dentro del sistema, alguien que le pueda representar también una mejora económica, el típico sueño americano. La vida sigue para Henry Chinanski, de nuevo solo, de empleo en empleo y emborrachándose logra después de un tiempo que lo publiquen.
Ahora bien, al tener una idea general de la historia y sus protagonistas retomemos la idea de “Sueño Americano”. El pilar fundamental es la idea prosperidad económica resultado del trabajo duro y no de una estructura social anterior. Esta idea surge en el Siglo XVI y es acuñada en el contexto socioeconómico del nuevo mundo. Donde la burguesía era una clase emergente y no había una andamiaje aristocrático o monárquico fuerte o relevante que marcara a los individuos. En esta joven sociedad todos tenían la posibilidad de forjar su propio destino.
Históricamente Estados Unidos (America) se convirtió en una Isla de la Fantasía y así se ha mercadeado por siglos. Los que han nacido o crecido dentro de este sistema han adoptado esa idea como un dogma. Plenamente convencidos viven su vida con la esperanza de alcanzarlo, tarde o temprano. Así lo demuestra Henry Chinanski, quien tiene fe en el sistema. No del modo convencional pensando en premios o recompensas sino en el principio de causa y efecto. Si trabajo un día tendré la paga, si sigo escribiendo algún día alguien lo leerá, etc.
Trabaja para vivir pero no vive para trabajar. Sin embargo siempre esta en busca de nuevos horizontes. Se considera asimismo alguien con ambición en busca de nuevas y mejores opciones.
«Mr Chinanski, ¿qué lo hizo dejar el trabajo en el ferrocarril?
“No veía ningún futuro en el ferrocarril”
Ellos tienen sindicato, seguro, pensión.
“A mi edad la pensión es algo que casi se considera superfluo”
¿Por qué vino a Nueva Orleáns?
“Tenía muchos amigos en Los Ángeles, amigos que siento que estaban estancando mi carrera. Quería ir a un lugar donde pudiera estar concentrado y sin ser molestado”
¿Cómo sabremos que usted permanecerá con nosotros por un tiempo?
“Seguramente no lo haga”
¿Por qué?
Y haciendo referencia al anuncio del trabajo responde “Su anuncio dice que había futuro para un hombre ambicioso. Si aquí no hay futuro entonces me tendré que ir” ¿»(Bukowski,2002:15)
Este diálogo, un tanto irónico, nos demuestra que Chinnaski, realmente cree en el sistema, sabe que sólo inmerso en él, un hombre tiene la oportunidad de desenvolverse, crecer, mejorar, mudarse, irse, quedarse siempre con el propósito de mejorar su estado actual. Al mismo tiempo que le permite rechazar aquello que no desea aunque lo que rechace pueda ser considerado por otros como “bueno”. Esta posibilidad de tener o rechazar, esta libertad, es lo que hace que miles de personas alrededor del mundo viajen a America a conseguir sus sueños.
Esta búsqueda de un sitio ideal donde desarrollarse también está presente en Chinanski quien viaja a urbes simbólicas dentro del territorio americano tales como Nueva York o Filadelfia. La primera ciudad conformada principalmente por inmigrantes y símbolo económico y cultural del país. La segunda ciudad hogar de los padres fundadores de este sueño americano. En estas ciudades y otras muchas que visita frecuentemente lo vemos reflexionar sobre los trabajos que mucha gente debe realizar no precisamente para alcanzar el sueño americano sino para sobrevivir. Trabajos que en otras circunstancias posiblemente no se aceptarían por qué no hay ninguna satisfacción ni crecimiento. Esta probablemente es una forma de justificar un espíritu libre como el de Chinanski que no puede estar sujeto a esta estructura laboral subyugante. Ya que su verdadero sueño es el de ser escritor, deseo que deja patente en su peregrinaje por oficinas de empleo o entrevistas.
«“Soy un escritor temporalmente pobre de inspiración”
Oh, un escritor eh?
“Si”
¿Está seguro?
“No, no lo estoy”
¿Qué escribe?
“Historias cortas generalmente, pero estoy a la mitad de una novela…
No dice porqué quiere trabajar en una tienda de vestidos de señora.
“Siempre me han gustado las damas en trajes de dama»
(Bukowski, 2002:55)
La segunda base del sueño americano sería pasar de la dependencia a la independencia, ir subiendo en la escala de bienestar o bien adquiriendo cierto estatus socio económico, reconocimiento o estabilidad. Todos estos indicadores, siguen siendo relativos en el mundo de Chinanski ya que sus parámetros de bienestar, estatus podrían ser bajos para la sociedad en general, pero no para él. Sin embargo, siempre vemos a un Henry Chinanski, independiente, responsable de sí mismo y en algunos casos hasta de terceros como cuando decide vivir con Jan constituyendo lo más parecido a un matrimonio, otra versión del sueño americano, un amor con quien compartir la vida.
La tercera base del sueño americano es la creencia que un individuo puede llegar a alcanzar grandes cosas. Inclusive considerarse capaz de cambiar el mundo, por lo menos el cercano. Ya sea por medio de un invento, un poema, criando una familia feliz, teniendo suficiente dinero para subsistir y/o para sus vicios o bien como el caso de Chinanski que sueña con convertirse en un escritor. Hecho recurrente a lo largo de la novela. Constantemente se hace referencia a este sueño y el autor dice que no importa el sitio o cómo lo haga él sigue escribiendo y enviándolo a revistas y editoriales. Está tan decidido que el recibir las cartas rechazándolo solo lo motivan a continuar haciéndolo. «Estimado Señor Chinanski: le estamos enviando de vuelta estas cuatro historias pero nos hemos quedado con My beerdrunk soul is sadder than all the dead Chiristmas Trees of the World. Hemos estado observando su trabajo por largo tiempo y nos sentimos complacidos de aceptar esta historia. Atentamente Clay Gladmore»(Bukowski,2002:64)..
¿Cómo se alcanza el sueño americano? Miles son los caminos. ¿Qué es un sueño americano? La respuesta depende indudablemente de la definición que cada quien tenga sueño, pero todo puede entrar en esa categoría: un hogar, la igualdad social, dinero suficiente para comprar lo que se necesita, educación, en fin todo encaja en el marco de un sueño y cualquier cosa que se desee se legitimiza como sueño desde el momento que se concibe y se consolida cuando este se alcanza.
Por lo que no importando si se es un Chinanski o padre de familia responsable, un beisbolista o un sacerdote en America, el sistema esta diseñado para que todos tengan la oportunidad de alcanzar el sueño americano.
Bukowski, C. 2006. Factotum.CCEO. New York.174pp.
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